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gal-467561Ante el paro y marcha a Plaza de Mayo, la política fiscal de Cristina Kirchner es tan regresiva como la de Mauricio Macri: pagan más los que menos tienen. La presidenta grava los salarios pero mantiene exenta la renta financiera y el juego, mientras que el jefe de gobierno porteño les sube el ABL a los vecinos pero exime de todo impuesto a las grandes empresas.
Propongo: En la Ciudad y en el país hace falta una profunda reforma fiscal para anular el impuesto al salario y el IVA a la canasta familiar, y gravar fuertemente al sector financiero, minero y agroexportador.


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