Publicado en Alternativa Socialista Nº 586 17/01/13
Como ya lo están sintiendo nuestros bolsillos, Macri subió el ABL, los peajes y las Patentes. Además en la Ciudad hay cortes de luz y problemas con la basura. A su vez Cristina subió los boletos de colectivos y trenes. Y aunque es verano, el tránsito porteño sigue siendo dificultoso. En ese marco Macri no tuvo mejor idea que cerrar la Línea A por dos meses, provocando colas y trastornos a los pasajeros. Por si fuera poco, acaba de anunciar un nuevo aumentazo del pasaje de subte a partir de marzo… ¡a 3.50 pesos!
Por empezar, el cierre de la Línea A desde el 12 de enero y por dos meses es innecesario y efectista. Quizás por consejo de sus publicistas, en marzo, cuando arranca la campaña electoral, Macri reabra la A para producir un efecto político en busca de votos. Y a lo mejor, tras cinco años de demora, de paso «inaugura» las estaciones Flores y Nazca para así tapar el tarifazo.
En concreto, los 150.000 usuarios diarios de la Línea A deberán ir al transporte de superficie, con lo que tardarán más y a la vez empeorará el tránsito por la Avenida Rivadavia con la consiguiente contaminación ambiental…
En casi un siglo de vida del subte, ningún gobierno cometió semejante desatino de cerrar una línea tanto tiempo. No pasó con la reconversión de señales de la A, a inicios de los ’80. Tampoco con obras similares en la B. Tampoco cuando se renovaron vías en la C, en 1998. Tampoco cuando en la D se instaló el señalamiento ATP, ni cuando en 2010 se recambiaron vías y piedra balasto. Ni siquiera se cerraron líneas en 1985, cuando la inundación obligó a hacer grandes movimientos e intercambios de flota para reparar las unidades dañadas de la D.
Es más: en los últimos años en la propia Línea A se cambiaron vías, señales, usina y cables aéreos trabajando de noche, sin cerrar, sino empezando el servicio una hora más tarde. Como bien dicen los trabajadores de Metrovía, su sindicato la AGTSYP y todos los especialistas, incluidos varios ex directores e ingenieros de SBASE, para reemplazar los viejos coches belgas por los nuevos coches chinos basta un cierre parcial de la línea o un corte máximo de unos pocos días.
Por eso el 9 de enero hemos presentando un recurso de amparo ante la justicia porteña contra dicho cierre, por el perjuicio a los usuarios y los comerciantes de la Línea, y para que se protejan los viejos coches belgas. Nuestro amparo recayó en el Juzgado en la contencioso Administrativo y Tributario Nº 7, a cargo de la jueza Lidia Lago, pero hasta el cierre de esta edición todavía no se ha pronunciado.
A su vez, el día previo al cierre, viernes 11, nuestra compañera Vilma Ripoll participó de los actos populares de «despedida» de los históricos coches belgas de madera, «las brujas» como se les dice.
Por otra parte, si el gobierno porteño y SBASE retiran 90 coches pero sólo ponen 45 la frecuencia de circulación de la A se va a reducir. ¿O acaso piensan sacar formaciones de las otras líneas?
Abajo el boletazo de Macri
Si el Gobierno de la Ciudad se animó a cerrar por dos meses la A y a lanzar el tarifazo a 3.50 es porque en la Legislatura porteña el PRO y los K le aprobaron la Ley 4.472, la nueva ley del subte.
Dicha ley, que por supuesto votamos en contra, mantiene el criterio del servicio privatizado, autorizó a Macri a contraer un nuevo endeudamiento público y encima le dio superpoderes para actuar a su antojo.
Pero el niño caprichoso que es Macri hasta se pasa por alto su propia ley. El artículo 7º de esa norma, por ejemplo, dispone que se realice una «auditoría integral» en el plazo de seis meses. Pero el jefe del PRO no sólo quiere firmar un nuevo contrato con Metrovías en los próximos dos meses, o sea sin tener los resultados de tal «auditoría», sino que ahora tiró el aumentazo a 3.50 sin siquiera conocer la real estructura de costos del servicio. Una aventura total. Un verdadero zarpazo al bolsillo de los pasajeros con tal de cuidarle las ganancias a la empresa privada Metrovías, del poderoso Grupo Roggio.
Desde ya, como vengo insistiendo en que las privatizaciones fracasaron por completo y por ende hay que romper a fondo con la lógica menemista de los ’90, en marzo vuelvo a presentar mi proyecto de ley de reestatización del subte con control de sus trabajadores y usuarios.
Ahora tenemos por delante una pelea más inmediata. El lunes 14, desde el MST en Movimiento Proyecto Sur hicimos una primera protesta frente a la Jefatura de Gobierno.
Apenas se fije fecha para la audiencia pública que obligatoriamente deben llamar por la suba de la tarifa del subte, tenemos que difundir y movilizar con la mayor amplitud posible para transformar esa jornada en un masivo acto popular de rechazo al tarifazo.