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APROBADOProyecto de declaración

Declárase de interés cultural y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el libro “La vida buena” de Leonor María Ibarra, ex detenida-desaparecida. 

Fundamentos 

Sra. Presidenta:

Leonor María Ibarra hoy tiene 70 años. Nacida en la ciudad Asunción, en la hermana República de Paraguay, siendo una muy joven maestra se vino a la Argentina a trabajar y a construir un futuro. Trabajaba como secretaria, en un negocio de venta de telas al por mayor sobre la calle Lima.

Con inquietudes sociales y culturales, Leonor nunca tuvo militancia en una organización política. Sin embargo, a raíz de la actividad de su hermana Isabel como militante de la organización Montoneros, bajo la presidencia de Isabel Martínez de Perón y la última dictadura militar Leonor padeció el terrorismo de Estado en carne propia.

Más precisamente, Leonor fue secuestrada junto a su hermana Isabel por una brigada sin identificar, en la madrugada del 13 de mayo de 1975, de su departamento sobre la Avenida Belgrano al 3.300, en el barrio de Balvanera. En el auto, ambas mujeres fueron golpeadas por sus captores. Las llevaron al tristemente célebre “Pozo de Banfield”, donde sufrieron torturas, vejámenes y maltrato.

Allí los represores intentaron mediante torturas, sin éxito, que Leonor se autoinculpara como miembro del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Durante el año en que permaneció en el “Pozo”, Leonor sufrió violaciones, picana eléctrica y ruleta rusa, tal como ocurría habitualmente con otras detenidas-desaparecidas.

Luego su detención fue “blanqueada” bajo la acusación de “tenencia de material subversivo”. El “material subversivo” eran obras clásicas de Marx, Engels, Lenin y Mao, que junto a muchos otros textos, ella utilizaba como estudiante de la carrera de Abogacía en la Facultad de Derecho de la UBA…

Tiempo después Leonor fue trasladada al Penal de Mujeres de Ezeiza, luego al de La Plata y posteriormente al de Devoto, donde la mantuvieron detenida hasta el año 1978. A través de gestiones de Amnesty International, el 27 de octubre de aquel año Leonor pudo salir hacia Suiza, país donde recibió asilo. Después se dirigió a Barcelona, ciudad donde sigue residiendo hasta la fecha.

“La vida buena” es un relato sencillo y directo, sin mayores pretensiones literarias pero con la enorme fuerza de las vivencias que atravesó Leonor durante aquellos años negros antes y durante la dictadura genocida. Fue editado por primera vez en Asunción y luego en Barcelona, ciudad natal y ciudad destino de su vida de exilio respectivamente. Consideramos que en ese camino, la Ciudad de Buenos Aires -escenario del inicio de sus inmerecidos padecimientos- reconozca de alguna manera el testimonio de esta valiente mujer.

Como Leonor misma lo dice en su obra: “Es mi testimonio real, que duele recordar, pero duele aún más porque sucede aún, no sólo en nuestro país sino en todo el mundo.

“Pido a los guardias de las prisiones que respeten a las mujeres detenidas, que piensen en sus madres, hermanas, esposas e hijas, que estoy segura que no querrán jamás se encuentren en las mismas condiciones, ya que no sabemos las vueltas que da la vida, y cuando volváis a casa puedan mirar a los ojos de vuestros hijos, con amor, porque si sois capaces de infligir torturas a vuestros semejantes, es porque no conocéis el amor y mucho menos tener la creencia de haber hecho algo digno, ya que nunca seréis galardonados por estos actos indignos y crueles.

“No deseo que estas cosas vuelvan a suceder, porque siendo inocente, he vivido en carne propia todos estos tormentos. Es por ello que levanto mi voz por donde quiera que vaya, pidiendo respeto, paz y amor para todos los pueblos, porque no nos merecemos ser tratados pero que los animales salvajes.”


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