La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires expresa su solidaridad con los reclamos y propuestas del Movimiento en defensa del Teatro IFT (Idisher Folks Theater), y del teatro independiente en general, como patrimonios de la cultura popular de nuestra Ciudad y nuestro país.
Fundamentos
Sra. Presidenta:
Cuenta la historia que una noche de invierno de 1932 en la cocina de madera de Sara Aijemboim, se fundó el IFT por iniciativa de jóvenes obreros y artesanos que habían hecho teatro vocacional en las instituciones judías de izquierda, con una postura ideológica combativa y pedagógica. Todos ellos eran acérrimos críticos del teatro comercial y adherían a las estéticas teatrales más modernas que llegaban del teatro europeo, como el surrealismo, a las que consideraban el mejor vehículo para transmitir su mensaje ideológico.
La Sala 1 es una de las mejores de América con piso giratorio para la escenografía. Por este escenario han pasado figuras de la talla de Mercedes Sosa, Alfredo Zitarrosa, León Gieco, Víctor Heredia, Les Luthiers, Cipe Lincovsky, Onofre Lovero, Marta Gam, entre otros. Durante 25 años el cine club Nucleo funcionó como polo de resistencia cultural, incluso durante la dictadura.
Desde entonces una gran historia de progresismo y teatro independiente hizo del IFT un ícono de la cultura local. Hoy atravesaría una situación financiera crítica. Según su comisión directiva existen deudas y un déficit estructural insostenible. Lamentablemente se eligió un camino errático para afrontar esa situación: despedir trabajadores, cerrar el teatro, proyectar la construcción cocheras en el subsuelo e incorporar este teatro a la lógica comercial del circuito del “entretenimiento” en la CABA. Todo para responder a una consigna:”hacer del IFT un teatro sustentable comercialmente”.
Esta orientación discutida puertas adentro por la directiva del teatro y que salió a luz por difusión de los actores genera interrogantes e incertidumbre sobre el futuro de este patrimonio social enclavado en el barrio de Once. Esta realidad que atraviesa el IFT no escapa a la situación general del teatro y la cultura independiente en la CABA que resulta postergada frente al avance de la mercantilización cultural en la capital del país. Creemos y defendemos el teatro independiente como un derecho social y una necesidad de los pueblos para fomentar las expresiones creativas que objetivan la sensibilidad humana sin tutelas ideológicas ni subordinación mercantil, por eso el estado en todas sus esferas debe intervenir para garantizar las condiciones materiales y presupuestarias de funcionamiento y apoyarse en la planificación y gestión democrática de todos los espacios independientes por sus propios protagonistas y gestores: los actores y trabajadores de la cultura en general.
- De allí que nos parece totalmente pertinente el programa de propuestas formulado por el Movimiento en defensa del IFT y del teatro independiente, a saber:
- Rechazar la construcción de cocheras o de cualquier reforma edilicia que modifique el carácter histórico del IFT
- Que el teatro sea declarado Patrimonio Cultural, para protegerlo y evitar su cierre.
- Reincorporación inmediata de los trabajadores.
- Informe público de las finanzas del teatro
- Que el Estado de CABA y eventualmente el Estado nacional intervengan en conjunto con una Comisión de emergencia integrada por artistas, trabajadores de la cultura y vecinos para volver a darle vida este teatro histórico sin excluir, por supuesto, a los socios del IFT y demás interesados en la recuperación del teatro sin modificar su naturaleza de ícono del teatro independiente, contestatario y crítico
- Que a partir de esa intervención estatal se definan la condonación de deudas, el socorro presupuestario y un mecanismo de integración conveniada del IFT al circuito cultural público y estatal nacional y de la Ciudad