
Bodart afirmó: “El acuerdo YPF-Chevron y el decreto presidencial que lo habilitó son una vuelta al colonialismo. Estamos trabajando para que se anule el decreto. En vez de ‘soberanía energética’ y ‘desarrollo sustentable’, como dice Miguel Galuccio, estamos ante la continuidad del modelo privatizador menemista. La explotación en Vaca Muerta por parte de Chevron mediante fracking sólo significa entrega, saqueo y contaminación.”