
Bodart, que será uno de los veedores internacionales del comicio, añadió: “Así como lo hice en 2012, voy de nuevo a Grecia a apoyar a Syriza y a sus candidatos. La gran diferencia es que ahora, y pese a la ofensiva de Ángela Merkel y el establishment europeo, Syriza puede llegar al gobierno. Un triunfo de esa Nueva Izquierda moderna, amplia y no sectaria, sería un logro histórico para el pueblo griego y un aliento para los pueblos de toda Europa y el mundo.”