La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires expresa su enérgico rechazo ante la violenta represión sufrida el sábado 25 de agosto por los trabajadores del Ingenio San Martín del Tabacal, en Orán, por parte de la infantería de la policía provincial de Salta.
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Sra. Presidenta:
El pasado sábado 25, la guardia de infantería de la policía salteña reprimió a los manifestantes que se encontraban reclamando la reincorporación de 57 trabajadores despedidos del Ingenio El Tabacal, en el kilómetro 6.5 de la ruta 50, en la planchada de acceso al ingenio. El establecimiento está ubicado en la ciudad de Hipólito Yrigoyen, del Departamento Orán, a 260 kilómetros de la capital de Salta. Cabe destacar que los obreros fueron despedidos sin causa y mientras se desarrollaban negociaciones paritarias.
La represión comenzó pasado el mediodía, cuando la policía arrojó los primeros gases lacrimógenos y disparó balas de goma contra los más de 3.500 trabajadores y sus familias que se encontraban en las inmediaciones del ingenio. El violento desalojo provocó que varios manifestantes fueran heridos y debieran ser trasladados al hospital local; también afectó a varios niños y una niña de dos años, según informaron los trabajadores que encabezan la protesta. Además, numerosas personas sufrieron desmayos por los gases disparados por la policía. Se reportaron más de 30 heridos por balas de goma y otros dos, ya fuera de peligro, heridos por balas de plomo.
El desalojo se produjo a instancias de una orden firmada por el juez de la Cámara Civil y Comercial de Cuarta Nominación, José Ruiz, quien recibió el pedido del fiscal de Estado, Ramiro Simón Padrós.
El Ingenio El Tabacal fue fundado en 1918 por la familia de la élite salteña Patrón Costas. Desde 1996 es propiedad de la multinacional norteamericana Seaboard Corporation, con negocios en más de 30 países. Es una de las firmas agroindustriales más importantes del noroeste argentino, productora de azúcar (“Chango”), alcohol y bioetanol. Desde hace años viene recibiendo denuncias desde distintos sectores por su constante violación a los derechos laborales, demora a las paritarias, despidos arbitrarios y desconocimiento al Sindicato de Trabajadores del Azúcar, perteneciente a la CTA.
A causa de la indignación generalizada que causó la brutal represión, esta semana la empresa ha tenido que reabrir negociaciones por la reincorporación de los 57 despedidos.
Los hechos de represión policial en El Tabacal, como los ocurridos en la ciudad de Córdoba la semana pasada, encienden la luz de alarma sobre las formas en que desde el Estado se pretende resolver la conflictividad social existente en el país, que no es más que la legítima respuesta de los trabajadores ante las medidas de ajuste.