La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires expresa su enérgico repudio a la violación de la protección integral del Monumento Obelisco en la que ha incurrido el Gobierno de la Ciudad mediante la instalación de cuatro videocámaras de vigilancia policial en su cúpula, tergiversando su carácter conmemorativo de la unidad nacional.
Fundamentos
Señora Presidenta:
La Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires garantiza en su artículo 32 “la preservación, recuperación y difusión del patrimonio cultural, cualquiera sea su régimen jurídico y titularidad, la memoria y la historia de la ciudad y sus barrios”.
Dentro de este patrimonio se encuentra el Obelisco que, mediante la promulgación de la Ley Nº 3792, fue declarado bien integrante del patrimonio cultural de la ciudad en la categoría “Monumento”, otorgándole protección integral.
Esta protección significa que tiene los más restrictivos grados de intervención permanente, las que sólo pueden estar dirigidas a restituir las condiciones originales del edificio.
A diferencia de una intervención artística circunstancial, que pretende aportar a una campaña de concientización, la instalación de cuatro cámaras domo de video vigilancia en los laterales del Monumento Obelisco, que ha realizado el Gobierno de la Ciudad, constituye una alteración con fines de permanencia en la integralidad del bien inmueble y una tergiversación de su carácter conmemorativo.
La infraestructura urbana de vigilancia electrónica transmite un valor cultural basado en la desconfianza para la separación y selección de sospechosos entre la ciudadanía, y el control de peligros potenciales. Principios de una cultura de control y persecución radicalmente contrapuestos a los que ha representado el Monumento Obelisco desde su fundación en 1936.
El Obelisco no fue declarado monumento por esta legislatura por su antigüedad, su tamaño o por tener mucha fama nacional e internacional, sino por que simboliza la voluntad de fomentar la cultura de la unidad, la fraternidad, la soberanía y la democracia. Que el Gobierno esté sacando provecho de su altura y ubicación para convertirlo en una torre de vigilancia policial constituye una desculturización del mismo en desmedro de esos principios y de nuestra memoria histórica.
Pero además de ilegal esta intervención es redundante, y por tanto innecesaria, porque la Policía Metropolitana ya tiene instaladas cámaras de vigilancia en los alrededores del Obelisco. Resulta paradójico que el Gobierno tenga que saturar la zona con estos dispositivos al extremo de violar la Ley, porque pareciera que sus capacidades operativas para brindar seguridad sufrieran un estado crítico. Debería retirarlas y reubicarlas si lo considera necesario.
De esta manera, el Monumento Obelisco que tantas generaciones han conocido, ha sido convertido arbitrariamente en una torre de uso policial para realizar un monitoreo electrónico de los movimientos de todos los argentinos en su rango (pan)óptico. Los cuales pasamos a representar potenciales sospechosos en directo detrimento del monumento a la unidad, la independencia y la fraternidad nacional que representan la Plaza de la República y la bandera argentina encarnada en el Monumento.
En anexo a este proyecto se adjunta una imagen del Obelisco al día 17 de febrero de 2014.
Por todo lo expuesto, solicito la aprobación del presente proyecto de declaración.