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Publicado en Alternativa Socialista Nº 580 11/10/12

Capital: un sistema de crueldad hacia la mujer

El caso concreto de una joven víctima de redes de trata, violada y embarazada, que al cierre de esta nota todavía no había podido acceder a realizarse un aborto no punible en un hospital porteño, desnuda el sistema de crueldad organizada contra las mujeres.

A fines de julio pasado, en su tercera entrevista en una agencia de empleo trucha del Gran Buenos Aires, la mujer fue secuestrada. La drogaron todo el tiempo y la pasearon por tres lugares distintos, al parecer en el sur del país. Sus tratantes la violaron varias veces. De allí se escapó y recibió ayuda para volver a su casa. Ya en Buenos Aires, la joven se dio cuenta de su embarazo y el 1º de octubre recurre al Hospital Ramos Mejía.
En vez de proteger a la mujer y practicarle el aborto solicitado, a los dos días insólitamente le dan el alta. Entonces trabajadores del Hospital nos llaman para que hagamos algo. De inmediato fuimos allí con Vilma Ripoll y logramos que las autoridades del hospital le den fecha para el aborto: el martes 9.

Macri: una conducta grotesca

El jueves 4, Mauricio Macri hace dos anuncios. Autoproclamándose “el jefe del veto”, anuncia su veto a la ley de aborto no punible aprobada por mayoría en la Legislatura de la Ciudad. Asimismo, en vez de guardar el caso en un prudencial silencio, anuncia que el 9 a la mañana se realizará el primer aborto no punible en la Ciudad, lo que además es falso.
Con su veto Macri quiso quedar bien con “dios”, o sea con la cúpula de la Iglesia. Con el aborto quiso quedar bien con “el diablo”, ya que el caso entra dentro de su restringido protocolo. Pero desde la conducción del Hospital se filtraron datos confidenciales de la mujer. Y por eso el fin de semana le hacen un repudiable escrache frente a su casa, con el cura del Ramos Mejía a la cabeza.
El martes 9 a la mañana, la mujer vuelve al Hospital. Cuando le inician el proceso de goteo previo al aborto, cae la orden de la jueza negando dicha práctica. A pedido del personal vuelvo a concurrir allí, hablamos con ella y acepta presentar una apelación. Rápidamente la concretamos con mis abogados, los doctores Pablo Vicente y Carlos Lucero Paz. También pedimos que ubiquen a la mujer en un lugar seguro del hospital, ya que al estar en una sala común y sin custodia pudieron entrar los reaccionarios grupos “pro-vida” o “pro-familia”.

Una victimización tras otra

Todo el sistema que supuestamente debe proteger a la mujer falló y mostró su verdadero rostro.
El director del Ramos no practicó el aborto apenas ingresó la mujer al hospital, tampoco dio aviso para que la protegieran y luego dejó filtrar sus datos. La ministra de Salud tampoco se hizo cargo de asegurar los derechos de la mujer violada.
El jefe de gobierno actuó doblemente mal. Con su veto, dio luz verde a la presentación de trabas aun para los abortos no punibles. Y al ventilar el caso a los medios, irresponsablemente puso a la mujer en riesgo no sólo ante los grupos “pro-vida” sino incluso ante las redes criminales de trata.
A su vez, violando el fallo de la Corte Suprema de Justicia, la cavernícola jueza nacional Miriam Rustán de Estrada ordenó impedir el procedimiento de aborto. El juez Güiraldes, ante la apelación del gobierno porteño, se declaró incompetente y remitió el tema a Rustán.
Guardián de la moral medieval de las sotanas, el cura amenazó a la mujer violada y embarazada con “tocar todas las campanas de la Ciudad cuando ella asesinara a su hijo”…
Es decir, estamos frente a una verdadera cadena cruel e inhumana de complicidades desde el Estado en contra de los derechos de la mujer. Si esto ocurre en la Ciudad de Buenos Aires, y con un caso que claramente se enmarca en el fallo de la Corte, imaginemos lo que puede suceder en el interior.

Por los derechos de la mujer

Hoy, miércoles 10, varios diputados y comuneros porteños junto a la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto hemos presentado en la Cámara de Apelaciones una denuncia penal contra Macri por “mal desempeño de sus funciones”. Asimismo, mañana vamos a formalizar ante el Consejo de la Magistratura una denuncia contra la jueza Rustán.
En simultáneo, junto a la agrupación feminista ELA, presentamos en la cámara porteña el pedido de que se confirme el fallo del juez Guillermo Scheibler permitiendo el aborto y que se eleve el caso a la Corte. La cámara hizo lugar a nuestra presentación, confirmó dicho fallo y elevó la causa a la Corte. Por otra parte, estamos presentando también una denuncia penal contra el director del Hospital Ramos Mejía, el doctor Carlos Mercau, por “instigador de amenazas coactivas”.
Si Mauricio Macri buscaba ocultar su veto tras este caso de aborto no punible, terminó haciendo el ridículo.
Entretanto, la mujer sale hoy del hospital y queda en custodia. Hay que unir fuerzas para derribar todos estos obstáculos y permitir la interrupción de ese embarazo aberrante. Como parte de esa lucha, haría falta como mínimo una ley nacional de aborto no punible ya mismo y que el Congreso abra el debate de fondo sobre la ley de aborto. Es preciso derrotar de una vez y para siempre toda esta crueldad organizada contra las mujeres.


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