Desde el jueves 20/12, primero en Bariloche y luego en Villa Gobernador Gálvez (Santa Fe) y algunas zonas de Rosario hubo saqueos a varios supermercados. El viernes 21 esto se expandió a La Plata, San Fernando, Escobar, Campana, Grand Bourg, Los Polvorines, José C. Paz, Munro, Pte. Derqui, entre otras localidades de Pcia.de Buenos Aires; llegando a la zona sur de la Capital, así como en Santa Fe, Chaco, Entre Ríos y Córdoba. La gran mayoría eran jóvenes de zonas muy humildes. Se enviaron 400 gendarmes a Bariloche y hubo al menos dos muertos por la represión en Rosario. Cuando redactamos esta declaración la policía reprime en provincia de Buenos Aires.
El gobierno se apuró a subrayar que las acciones estaban “organizadas”. Abal Medina, Jefe de Gabinete, buscó chivos expiatorios y acusó a dirigentes sindicales responsabilizándolos de las acciones. Lo mismo hicieron cuando el pueblo, harto de viajar como ganado, incendió los trenes y finalmente se demostró que era una campaña del kirchnerismo para confundir a la población en lugar de mejorar el servicio de transporte ferroviario. Repudiamos esas acusaciones. No compartimos la teoría que desde el gobierno y sectores patronales se está reproduciendo sobre una conspiración detrás de los saqueos. Lo que está detrás de estos saqueos son el ajuste, el aumento imparable de los precios, las subas de servicios, la falta de empleo, la precarización laboral, que actúan de combustible de una crisis social que el gobierno pretende ocultar.
Por su parte, Scioli mandó la policía a reprimir declarando que “uno a uno van a ir todos presos”. Y Lamberto, Ministro de Seguridad del gobierno “socialista” de Santa Fe pidió la gendarmería. ¡Ninguno de los gobiernos denunció la situación ni tomó medidas para resolver la miseria que va en aumento!
No se trata de un problema delictivo, es un problema social, al que en lugar de dar respuesta, criminalizan y despliegan una campaña buscando legitimación social para la misma.
Naturalmente que siempre actúan sectores oportunistas en estos acontecimientos, pero lo que explica la sucesión de saqueos y el hecho de que se extiendan a distintos lugares del país en cuestión de horas es la visible situación de deterioro económico que millones están viviendo.
Son enormes los sectores que no pueden acceder a lo mínimo, porque no tienen trabajo -o tienen uno muy precario- y sus ingresos se licuan día a día por la inflación que crece sin parar, aunque el INDEK lo quiera negar. Si entre los trabajadores se está haciendo cada vez más duro llegar a fin de mes sin deudas, mucho peor se hallan millones de jóvenes, que no tienen ninguna perspectiva, a los cuales el gobierno y los grupos económicos les han robado el futuro. Los gobernantes no quieren hablar de las causas, porque saben que no les conviene.
No es una mano negra lo que explica que la gente ingrese a los supermercados, sino este modelo que concentra riqueza y expande la pobreza, haciendo crecer de manera exponencial la desocupación y la exclusión.
Desde comienzos de año, el gobierno nacional definió el rumbo del ajuste para sostener el modelo actual. Gobernadores oficialistas y opositores -también el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires- acompañaron esta decisión. Aumento de impuestos y servicios, tarifazos en el transporte, recortes salariales o de jubilaciones, aguinaldos en cuotas. En todas las legislaturas se han aprobado presupuestos de ajuste. Incluso ayer se anunciaron incrementos de casi el 45% para boletos de trenes y colectivos en la zona metropolitana. En Capital incluso el PRO y los K votan juntos enormes negocios inmobiliarios con los espacios públicos.
El pueblo trabajador no tiene que dejarse engañar por las disputas que existan entre los políticos del sistema. Aunque se culpen unos a otros, Cristina y los gobernadores son todos responsables y tienen que hacerse cargo de lo que está pasando. Y eso incluye los muertos y heridos por la represión. En lugar de criminalizar la pobreza hay que solucionar los problemas de nuestro pueblo.
Asimismo son responsables los empresarios, grandes formadores de precios, terratenientes, banqueros y financistas que están detrás de las subas indiscriminadas de precios que generan, junto al gobierno, un verdadero saqueo a los bolsillos populares. Y, como reconoce la propia presidenta, “se la llevan en carretilla”, siendo los grandes beneficiarios de este modelo.
Lo que estamos viendo muestra que nos encaminamos a un 2013 de más conflicto social. Se mezclarán los problemas económicos y todo el déficit que arrastra hace años este modelo y los reclamos obreros y populares en medio de una bronca que crece. Hay que prepararse para nuevos cambios bruscos en la situación, porque los gobiernos no van a solucionar ninguno de nuestros problemas.
Llamamos a desarrollar la más amplia movilización para exigir a los gobiernos ayuda social urgente a todos los sectores que la necesitan. Reclamamos un plan de emergencia con mayor entrega de planes sociales, aumento de su monto y un aguinaldo social extraordinario para pasar estas fiestas. Mientras se implementa un plan de obras públicas y viviendas populares para generar trabajo genuino.
Desde nuestro Movimiento Sin Trabajo Teresa Vive ya estamos reclamando en todo el país. A su vez señalamos que se necesita un modelo opuesto al que tenemos, que ponga el acento en el trabajo digno, la educación y la salud públicas, la vivienda, etc. y no en pagar la deuda, subsidiar a las multinacionales, bancos y terratenientes.
Para lograr ese cambio tenemos que luchar, como lo hicimos con los paros y marchas durante todo el año. Pero también tenemos que ser capaces de dar batalla en el terreno político-electoral a los gobiernos y partidos que defienden estas injusticias, plantándonos con herramientas unitarias y transformadoras. Para eso construimos junto a Pino Solanas, Alejandro Bodart, Vilma Ripoll y demás referentes. Desde nuestro partido apostamos a que seamos cada vez más en este camino, para cambiar todo de raíz y hacer que la crisis la paguen los capitalistas.
Dirección Nacional del MST – 21/12/2012