Ante la aprobación de un cambio reglamentario que elimina las declaraciones de los diputados al inicio de la sesión, el diputado Alejandro Bodart (MST en Proyecto Sur) afirmó: “Además de negocios, el pacto PRO-K también incluye silenciar con esta ‘ley mordaza’ a los bloques minoritarios que desnudamos sus componendas y expresamos demandas populares. Es muy grave que hayan eliminado el único espacio de libre expresión no condicionado por las mayorías, que existía desde que se creó la Legislatura hace 16 años.”
Bodart agregó: “El proyecto lo presentó la diputada Gabriela Cerruti del Interbloque K y rápidamente el PRO lo hizo suyo. Aunque aparezcan como opositores mutuos, los dos oficialismos no sólo pactan la entrega de bienes públicos sino que cercenan el derecho democrático a la libertad de expresión.”
OBSERVACIÓN AL DESPACHO N° 38/13
Visto:
El Despacho Nº 38/13 de la Junta de Interpretación y Reglamento, en base al Expte. 482-D-2013 de la Diputada Gabriela Cerruti (Nuevo Encuentro), firmado por Diputados del PRO y del Frente para la Victoria.
Considerando
Que la Resolución dispone trasladar el segmento de manifestaciones de las Diputadas y Diputados por hasta tres minutos, que actualmente está al inicio de las sesiones, al final de las mismas.
Que aunque se ubique tal segmento “antes” del correspondiente a los despachos con tratamiento individual es sabido que a este último nunca se llega, como lo demuestra la acumulación creciente que consta en todos los planes de labor.
Que el bloque oficialista del PRO no sólo tiene mayoría en la totalidad de las Comisiones de la Legislatura sino también la potestad de impedir la incorporación de una nueva tabla en la sesión, condicionando así todos los debates.
Que el bloque oficialista puede incluso dejar sin quórum la sesión, recurso que sin duda utilizará para evitar responder o para directamente no oír manifestaciones que cuestionen o incomoden al gobierno macrista y/o a sus pactos.
Que entonces, en concreto, la Resolución implica lisa y llanamente un hecho muy grave: el cercenamiento del derecho democrático de las Diputadas y Diputados a expresarse mediante sus manifestaciones de -insistimos- hasta tres minutos.
Que la Resolución tergiversa el sentido sustancial del espacio de libre expresión al comienzo de las sesiones, que existe y fue respetado desde que empezó el funcionamiento de esta Legislatura en 1997, hace casi 16 años.
Que es pueril el argumento de que este cambio reglamentario se propone “con la finalidad de otorgar mayor agilidad a las sesiones legislativas y un tratamiento más intensivo a los temas de orden legislativo”.
Que sin menoscabo del derecho a presentar el proyecto que mejor le parezca, ninguna Diputada o Diputado de esta Legislatura ignora que una proporción del tiempo utilizado en las comisiones y en el recinto se destina a proyectos de “Declaración de Adhesión al Día Mundial del Arquero”, de “Declaración de beneplácito por el 148º aniversario de la independencia del País de las Maravillas” y otros por el estilo.
Que además la mayor o menor “agilidad” de tal o cual sesión no depende de las manifestaciones previas, sino de la trascendencia política y social de los proyectos legislativos en cuestión y de la responsabilidad con que las Diputadas y Diputados encaremos los respectivos debates.
Que cabe preguntarse si la ausencia de los dos bloques mayoritarios a la sesión del pasado jueves 4 de abril, la primera después del temporal y las inundaciones que causaron un desastre con muertos y cientos de miles de afectados en la Ciudad, a la que apenas asistimos cinco diputados, sería acaso un buen ejemplo de “agilidad” para dar respuesta a los problemas de la gente.
Que a su vez cabe preguntarse si la sesión especial del pasado martes 9 de abril, en la que por acuerdo de los bloques PRO y K se restringió a apenas tres minutos por bloque el debate sobre las inundaciones y los subsidios constituiría otro buen ejemplo de “un tratamiento más intensivo de los temas de orden legislativo”.
Que por ende, si no es cuestión de “agilidad” ni de “tratamiento intensivo”, el verdadero objetivo de la Resolución es de alguna manera amordazar la limitada pero libre expresión política que significan los -repetimos- tres minutos de manifestaciones previas en la sesión.
Que este nuevo impedimento se suma a la restricción que conlleva haber pasado las sesiones a la mañana, en horario laboral, lo que obstaculiza el derecho del público a presenciar la sesión en el recinto e inclusive a poder verla por televisión.
Que es lamentable, a nuestro juicio, que una Diputada de un bloque e interbloque que se autoconsideran progresistas -Nuevo Encuentro y Frente para la Victoria- presente un proyecto tan convergente con el oficialismo macrista que hoy gobierna la Ciudad.
Que tal actitud política desnuda, una vez más, el doble discurso del oficialismo gobernante a nivel nacional, que en nombre de “democratizar” los medios de comunicación han montado un multimedios oficialista, en nombre de “democratizar” la justicia intentan controlarla y posan de opositores al PRO mientras pactan con él.
Que se trata, en definitiva, de una nueva muestra del pacto PRO-K, expresado en la votación conjunta de numerosas leyes antipopulares y en repartos de cargos en beneficio mutuo y perjuicio de otras fuerzas políticas, pacto destinado esta vez a intentar acallar las voces que a ambos les resultan críticas: un auténtico pacto de silencio.
Por lo expuesto, proponemos la siguiente:
Resolución
Artículo 1º. Archívese el Expte. 482-D-2013.
Art. 2º. Comuníquese, etc.