Los resultados de las primarias del 11 de agosto expresan cambios políticos profundos que abren una nueva situación en el país, signada principalmente por el comienzo del fin del ciclo del kirchnerismo y un giro hacia la izquierda.
Una derrota categórica del gobierno K
El gobierno nacional perdió en los cinco mayores distritos del país: CABA, Santa Fe, Mendoza, Córdoba y la estratégica Provincia de Buenos Aires. También perdió en Chubut, San Juan, Jujuy, Catamarca, Santa Cruz y en Neuquén su aliado Sapag. El FPV cayó casi 30 puntos abajo del 2011 y 6 puntos abajo del 2009. Con cuatro millones de votos menos, es su peor derrota electoral desde que asumió en 2003.
Este resultado descalabra el plan de re-reelección para Cristina y abre una crisis política, que se agudizará si su derrota se amplía en octubre. Al interior de los K surgen grietas y el gobierno busca abroquelarse ante una transición a 2015 que le será muy compleja.
La derrota del kirchnerismo combina factores económicos y políticos. Lejos ya de la bonanza de los primeros años, la entrada de la crisis capitalista internacional al país y el deterioro de la situación económica y social -con inflación, impuesto al salario, retraso salarial y jubilatorio- afecta a la mayoría del pueblo trabajador. A la vez, el curso político del gobierno K hacia la derecha -como lo muestran el acuerdo con Chevrón, el ascenso de Milani, la impunidad a Jaime o la persecución a los pueblos originarios- aleja a sectores progresistas que había ganado con sus primeras medidas y su doble discurso.
El sistema busca opciones de recambio
Conscientes de que empezó el fin del ciclo político K, el poder capitalista agrominero y financiero que vino acumulando estos años enormes ganancias busca alternativas de gobierno hacia 2015 que le aseguren la continuidad del modelo.
Una variante es el reagru-pamiento del PJ más tradicional alrededor de la figura de Massa, que a partir de su buen resultado bonaerense buscará seguir traccio-nando gobernadores, intendentes y al grueso de la burocracia sindical. Queda pendiente definir el alineamiento de Scioli, que por ahora reclama una interna K.
La otra opción es el bloque UCR, PS y aliados: el FCyS de Santa Fe, UNEN en Capital, la dupla bonaerense Alfonsín-Stolbizer y las provincias donde la UCR hizo buena elección. Aún sin liderazgo claro y con roces internos, ya barajan candidatos para 2015 entre Binner, Cobos o incluso Carrió. Erradamente, Pino eligió aliarse a este armado de la vieja política.
Aunque quizás ganen en Capital, Macri y el PRO quedaron desdibujados como proyecto nacional.
Un notorio giro hacia la izquierda
La mayor parte de los votos que perdió el kirchnerismo fue a opciones capitalistas, como Massa y el pan-radicalismo. Pero el otro fenómeno político relevante y muy positivo fue el voto a variantes de izquierda en todo el país, con unos 1.500.000 votos de conjunto.
En base a una relativa estabilidad económica y un discurso hábil, el kirchnerismo había logrado el apoyo de sectores del progresismo y la izquierda (PC, Nuevo Encuentro, organismos de derechos humanos, movimientos sociales, artistas, intelectuales, periodistas, etc.). Pero la derechización económica y política del gobierno nacional en el último período provocó un corrimiento a izquierda de franjas importantes de sus votantes.
Esto se potenció por la dilución y «derechización» de la centroizquierda. Así como en 2011 la renuncia de Pino a la presidencial la capitalizó el FAP de Binner y en menor medida el FIT, ahora la desaparición del FAP y el giro a derecha de Pino al ir con Carrió y la UCR ampliaron más el espacio a izquierda.
Por esto la izquierda en su conjunto recibió un gran caudal de votos. El principal destinatario fue el FIT, sumando a todos los partidos que lo integran, con 900.000 votos, que aparece consolidado como un frente electoral con instalación y permanencia a nivel nacional.
De este giro electoral a izquierda también somos parte el MST y Nueva Izquierda: con las distintas listas que armamos en el país sacamos casi 350.000 votos y en todos lados avanzamos en la instalación de nuestras propuestas. Como fuerza nacional nos presentamos en 14 provincias. En 10 de ellas, con las listas que conformamos, superamos las primarias y pasamos a octubre: Tucumán (casi 4%), Chubut (más del 3%), Entre Ríos, Jujuy, Neuquén (casi 3%), Santa Cruz, San Juan, Santa Fe, Salta, y Córdoba como parte del Frente Cívico. En Catamarca, Mendoza y Provincia de Buenos Aires (con el frente PODEMOS, 1.17%) no llegamos. En Capital con Nueva Izquierda estuvimos muy cerca: 1.35%.
Más allá de a qué lista de izquierda se haya votado, este giro político es altamente positivo para el presente y el futuro del país. Esta votación incluso puede crecer a mediano plazo y combinarse con un avance en la movilización social, las renovaciones sindicales y la organización de la juventud.
Los desafíos hacia octubre y más allá
Desde el MST-Nueva Izquierda pensamos que los vientos que soplan hacia la izquierda y el espacio que va dejando el kirchnerismo deben ayudar a forjar la alternativa unitaria que se necesita, con influencia en amplias franjas de trabajadores, jóvenes, sectores medios y populares. Sin duda, una confluencia de toda la izquierda política y social potenciaría su poder de atracción. Por ello, más allá de las diferencias que tenemos con el FIT, le planteamos públicamente un frente común. En Capital, también al agrupamiento de Claudio Lozano. Ante la negativa de ambos, propusimos ir con las listas a las primarias y que la gente elija los candidatos, pero salir de la votación todos juntos en un mismo frente. Lamentablemente ambos sectores rechazaron la propuesta de unidad, desaprovechando una oportunidad.
Estamos convencidos de que en nuestro país hace falta un cambio cultural en la izquierda, que priorice la necesidad de millones y sepa articular un marco de unidad donde podamos convivir diferentes tradiciones de la izquierda y del movimiento popular. Si no construimos una herramienta poderosa para enfrentar a los partidos del sistema no habrá transformación social, aunque episódicamente pueda haber mejores votaciones.
Estamos ante una nueva oportunidad. Una franja comienza a buscar una perspectiva de izquierda. Y ello coloca la necesidad de construir el mayor canal posible, desarrollando una confluencia que incluya a la diversidad de expresiones de izquierda que actúan en la realidad: social y política, junto a sectores provenientes de otras tradiciones del movimiento popular y que van hacia la izquierda.
Desde esta concepción amplia de izquierda apostamos a construir esa gran referencia para los sectores que vienen enfrentando las políticas de hambre y entrega y también para los que, cada vez más, descreen y le dan la espalda a la seducción kirchnerista.
Si ante el panorama surgido de las primarias, el FIT convocara genuinamente a construir una amplia unidad o movimiento superador, tenemos plena disposición a encarar el debate. Lamentablemente, sus primeras declaraciones se limitan a insistir en que ellos son la única izquierda y, en vez de proponer alguna confluencia, sólo reclaman que las demás fuerzas apoyemos al FIT. Así, persisten en un divisionismo que impide construir un proyecto estratégico en común.
Sería importante y es nuestra propuesta favorecer un ámbito común de convergencia para debatir e intercambiar opiniones sobre esta y otras variantes y asi construir el más amplio proyecto unitario para disputar efectivamente en las calles y los próximos procesos electorales.
Mientras tanto, desde el MST-Nueva Izquierda continuaremos haciendo nuestro aporte y desarrollando un proyecto nacional de nueva izquierda anticapitalista que asuma las banderas sociales, ambientales, de la mujer y la juventud. A todas y todos los que nos acompañaron en esta campaña los convocamos a seguir batallando por estas propuestas en las 10 provincias, secciones y municipios bonaerenses donde pasamos el piso y en los distritos donde hay elecciones provinciales, peleando voto a voto por nuestros candidatos. Lo mismo en la Ciudad de Buenos Aires, haciendo campaña por nuestro candidato a legislador Sergio García. Y allí donde no presentamos lista, llamando a votar a las expresiones de izquierda postuladas.
Las puertas de nuestra organización están abiertas de par en par a todas y todos los que estén dispuestos a ponerle el hombro a la construcción de alternativas que desde la izquierda ganen peso de masas y puedan disputar poder, para cambiar de fondo la realidad del país.
25 de agosto de 2013