Hace 75 años, León Trotsky fundaba la Cuarta Internacional. En tiempos difíciles, la nueva y pequeña organización asumía el desafío de defender las enseñanzas de la Revolución Rusa.
Esos pilares eran básicamente tres. Que no hay solución de fondo para ninguno de los males de la sociedad sin derrotar al capitalismo y avanzar al socialismo. Que contra toda expresión totalitaria, debe existir plena democracia obrera en los partidos revolucionarios y sindicatos. Que junto a hacer política en cada país, como los capitalistas se unen a nivel mundial también hace falta una organización internacional para enfrentarlos.
Esa línea revolucionaria se expresó en un Programa de Transición, una guía de acción para tender un puente desde las reivindicaciones obreras y populares más sencillas hasta la necesidad de que los trabajadores lleguen al gobierno y abran un rumbo socialista.
Hoy el capitalismo global está cruzado por una crisis sistémica y no ofrece más que miseria a los pueblos y depredación del planeta. Como contracara, esa crisis abre una gran oportunidad porque millones se rebelan en todo el mundo, jaquean a los gobiernos y cada vez más ven la necesidad de cambios de fondo.
El millón y medio de votos a las distintas listas de izquierda en las PASO y la perspectiva hacia mayor crisis económica y política plantean la necesidad de una gran confluencia de todas las expresiones de izquierda para ser alternativa de gobierno. A partir del legado que nos dejó Trotsky, entonces, es preciso actualizar las respuestas y poner en pie un nuevo proyecto de izquierda.
Necesitamos una nueva izquierda que modernice el programa y que junto a las banderas económico-sociales levante también con fuerza las demandas ambientales y de género. Que sea amplia y democrática, de unidad de las diferentes tradiciones de izquierda política y social, donde podamos convivir en la diversidad. Una nueva izquierda que adapte su organización a las necesidades de la gente y a la vez reafirme los pilares anticapitalistas, con tanta o más convicción que hace 75 años, cuando nacía la Cuarta.
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