Se reeditó el pacto del 2011, con un nuevo socio. Antes el PRO y el Frente Para la Victoria pactaron vender terrenos ferroviarios de Palermo, Liniers y Caballito -como pidió Cristina- a cambio de otros emprendimientos pedidos por Macri. Ahora se sumó UNEN al paquetazo de la tranza que se compone de más de treinta proyectos de ley.
Se favorecen los de arriba, se perjudican los de abajo. En este caso son los trabajadores y vecinos porteños, particularmente los más pobres, a quienes les destruyen la salud y la educación públicas, les cementan la Ciudad sin respeto por los espacios verdes y les imponen más negocios privado por sobre todo lo público. El atropello se encara sin la consulta ni participación democrática de las Juntas, los Consejos Comunales ni los vecinos.
Primeros capítulos de la negociación. Los diputados de la corruptela ya le aprobaron al macrismo: un centro de convenciones; el endeudamiento público en 190 millones de dólares para comprar vagones chinos, 50 millones de pesos adicionales en subsidios a Metrovías; deuda por 150 millones de dólares para obras de AUSA y la Policía Metropolitana. También la inclusión de plantas de higiene urbana en el Código de Planeamiento; la instalación de bares en los parques; la venta de 30 inmuebles públicos y de la ex sede del Ministerio de Salud; la redeterminación de precios y la reforma de la Ley de Contrataciones para darle poder discrecional al Ejecutivo; la terminal del Sur; la ampliación del Presupuesto 2013: el Distrito del Diseño en Barracas con exenciones fiscales a empresas y una reforma más privatista de la Ley de Mecenazgo. A su vez, presentaron un proyecto para modificar la Ley de Comunas que es un verdadero golpe institucional a esa instancia lograda gracias a años de lucha vecinal.
Lo que se viene
El jueves 28, cuando este periódico sale a la calle, se vota otra tanda de leyes que incluye: el Presupuesto 2014 de ajuste a lo público y más beneficios a los privados, la prórroga de la “emergencia” del subte a favor de Metrovías, la ley de iniciativa público-privada para permitir más negocios, la “protección” limitada del adoquinado, otro endeudamiento público por 400 millones de dólares y el aumento de casi todas las multas (menos a la propaganda de oferta sexual en establecimientos, multa que bajan). En tanto que el jueves 5 de diciembre, votarán ampliar las exenciones a empresas en el Distrito de las Artes, beneficios inmobiliarios a una universidad privada, mayor injerencia privada en el Teatro Colón, el desguace del cuerpo de inspectores del Trabajo, la “evaluación educativa” anti-docentes, el shopping de la corporación IRSA en Caballito y el Plan Maestro de la Comuna 8 (con entrega de predios públicos y nuevas exenciones impositivas a empresas del ramo deportivo).
“Me votás una ley, te doy un cargo”
En el toma y daca entra la aprobación de leyes a cambio de cargos en distintas reparticiones públicas para los diputados salientes. Una que tiene particular importancia es la Defensoría del Pueblo, que pretende ser tomada como simple prenda de canje cuando debería ser un organismo del y para el pueblo, con autoridades elegidas por el mismo. Lo mejor que podrían hacer los legisladores salientes es volver a trabajar y no prestarse a semejante corrupción. Como la zanahoria puesta en un palo adelante del burro para que camine, el 9 de diciembre se repartirán los cargos en la Defensoría y otros organismos.
Que no se la lleven de arriba
En la Legislatura porteña, el PRO no tiene los votos suficientes para hacer lo que quiere. Sin embargo, logró aprobar sus iniciativas gracias al voto de los diputados del Frente Para la Victoria, de UNEN y de otras fuerzas políticas. Nuestro compañero Alejandro Bodart fue el único diputado que no sólo votó en contra todas estas leyes, sino que también denunció y denuncia públicamente a los partidos del pacto, sacando a la luz con nombre y apellido la votación de cada diputado. (ver “Sepa qué está votando cada legislador en la Ciudad” en www.alejandrobodart.com.ar)
Desde el MST-Nueva Izquierda, con Alejandro Bodart y Vilma Ripoll, con nuestros comuneros Maru Lopes y Rubén Tzanoff, estamos desarrollando una gran campaña de denuncia con volantes, afiches y pintadas. Al mismo tiempo llamamos a la más amplia unidad de acción a todos los que quieran enfrentar este pacto, profundizando la movilización y empujando para unir a la gran cantidad de sectores políticos y sociales que están haciendo acciones en el mismo sentido. Por eso, para que no se la lleven de arriba hay que darles pelea, en la Legislatura y en las calles, junto a los trabajadores y el pueblo.