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1459078_10202339591964286_2112675418_nSi algo faltaba para mostrar el total agotamiento del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, los sucesos de los últimos días se han encargado de hacerlo evidente. La única duda que todavía puede subsistir es si la presidenta logra o no terminar su mandato. Aunque la posibilidad de un nuevo Argentinazo ya está planteada en la realidad. Las limitaciones estructurales de una «oposición» que no tiene un plan político ni económico superador, también alimenta esa perspectiva.

Este nuevo momento nos plantea a toda la izquierda una enorme oportunidad, similar a la que se nos abrió en las vísperas del 2001. Oportunidad que se irá ampliando con el correr de los próximos meses. También una gran responsabilidad y el desafío de no caer en errores similares a los que nos impidieron en el pasado convertirnos en un polo ante el movimiento de masas.

Solo la izquierda y la aplicación de un programa anticapitalista pueden brindar una salida a la crisis actual ya que la misma es sistémica. En estos 30 años de democracia formal ha quedado demostrado que los viejos partidos y la centroizquierda no pueden ofrecerle ninguna solución al pueblo trabajador porque son defensores incondicionales de un sistema que para mantenerse necesita que millones vivan en la miseria.

Sólo desde la izquierda podemos impulsar con fuerza la segunda y definitiva independencia que necesitamos para dejar de ser la semicolonia en la que nos han convertido, recuperar nuestros recursos naturales, terminar con las privatizaciones y las corporaciones que nos saquean y contaminan, dejar de pagar la deuda, nacionalizar la banca y el comercio exterior, realizar una profunda reforma agraria y tomar todas las medidas que sean necesarias para garantizarle una vida digna a todos los trabajadores y sectores populares de nuestro país.

Es la izquierda la única que puede garantizar democratizar la democracia para que sea el pueblo, movilizado y organizado el que realmente decida.

Nuestra propuesta

Actualmente ninguna fuerza de izquierda por si sola tiene planteado transformarse en una opción de poder real y disputar en serio la dirección del movimiento de masas. Algo que podría hacerse realidad si lográramos construir un Gran Frente Amplio de todos o gran parte de los que defendemos la necesidad de avanzar hacia un gobierno de los trabajadores y el socialismo.

Existen miles de valiosísimos compañeros y compañeras que luego de hacer una experiencia con el kirchnerismo actualmente están decepcionados y buscan en la izquierda una posible referencia. Son muchísimos los activistas sociales que se consideran parte de la izquierda sin estar organizados en ningún partido. Todos ellos y muchos más se sentirían atraídos si surgiera un gran movimiento unitario donde fuera posible convivir respetuosamente con matices y diferencias a partir de un régimen democrático que permitiera procesarlas y una base programática común que nos contuviera a todos.

En periodos electorales podríamos utilizar las internas abiertas para resolver las candidaturas. Y luego realizar Congresos periódicos para establecer las relaciones de fuerzas entre las distintas tendencias que se vayan estructurando. Al mismo tiempo que la actividad común en la lucha de clases y sobre el movimiento obrero, barrial y juvenil nos permitiría ir ganando peso y estructuración social en amplias franjas del movimiento de masas.

Una fuerza de estas características podría organizar y movilizar rápidamente a decenas de miles de militantes. Y en poco tiempo convertirse en una opción de poder frente a las demás fuerzas del sistema.

Esta es la propuesta que impulsamos desde el MST. A diferencia de algunas organizaciones no excluimos de antemano a ninguna fuerza o expresión de izquierda. Que se logre o no la unidad depende del grado de acuerdos que sea posible alcanzar con relación al programa y al método de construcción que se necesita impulsar, para lo cual primero habría que abrir un amplio debate que permita clarificar qué opina cada organización sobre esta u otras propuestas para avanzar en este sentido.

Invitamos a todos aquellos compañeros y compañeras que coincidan en todo o en parte con esta propuesta a que demos una batalla juntos para lograr que la unidad que necesitamos se concrete y podamos encarar rápidamente un proceso de convergencia.

Alejandro Bodart Diputado porteño, Secretario General del MST


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Categorías: Escritos