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En estos días, mientras la población sigue padeciendo la inflación, bajos salarios y falta de trabajo, el debate político de cara a las elecciones, vino cruzado por las peleas internas en las coaliciones políticas del sistema. El apellido Schiaretti, al querer sumar un gobernador del PJ a Juntos por el Cambio, provocó nuevas disputas y tensiones entre el PRO, la UCR, la Coalición Cívica y algunos pejotistas, que pusieron a esa alianza al filo de la ruptura. Incluso Carrió salió a criticar a Macri y a Milei, reconociendo lo que venimos alertando: que vienen por un “ajuste muy brutal”, de shock y a “reprimir hasta matar si es necesario” a los que salgamos a enfrentarlo.

Por el lado de Massa, responsable del ajuste junto a Alberto, Cristina, Wado de Pedro y el FMI, regresó de China reclamando que no haya PASO en el Frente de Todos. Caso contrario, este amigo de la embajada yanqui, amenaza con pegar el portazo de la coalición oficial. Aunque Cristina le sigue haciendo guiños y alienta también una lista única como pide su ministro de Economía.

Son todas disputas palaciegas, con una misma forma y contenido: pura rosca. Discusiones por nombres, por cajas, aparatos y vedetismo, pero al servicio de postularse para aplicar el más duro ajuste que el FMI, las corporaciones y el imperialismo les exigen para cumplir con la estafa de la deuda y el saqueo de nuestros recursos.

En esa rosca también está Milei, enemistado con sus antiguos socios Espert o Maslatón porque no acepta competencia, sigue sumando menemistas, massistas y otros amigos de la casta, además de comisarios, represores y defensores de la dictadura genocida para impulsar su propuesta antiobrera.

Así lo dice su candidato a diputado nacional bonaerense, cuyo único mérito es ser también el “hijo de” Benegas Lynch, al plantear abiertamente que un legislador no sirve si quiere legislar “para controlar, regular y tributar”, sino que deberían “cobrar conforme a cuántas leyes derogan”. Así, sin pelos en la lengua, piden derogar derechos conquistados con años de lucha, las leyes laborales, jubilatorias, de salud y educación, de empresas públicas y tributarias. La libertad al palo para que los capitalistas exploten como quieran. Volver al peor de los pasados.

Por un gran plenario para decidir todo

El verticalismo de estas alianzas muestra una “cocina” con pocos comensales y mesas chicas donde condimentan el ajuste del país que se viene. En la vereda de enfrente, nos encontramos nosotros: el Frente de Izquierda Unidad. Donde también tenemos debates entre los partidos que integramos esta valiosa herramienta, pero buscamos resolverlos con otro método: la sana costumbre de los trabajadores o de cualquier sector social en lucha, discutir y decidir todo con la más amplia democracia.

Así lo planteamos desde el MST y el PO, junto a otras organizaciones, personalidades y sectores, al convocar al Plenario Abierto de la izquierda y los luchadores el próximo sábado 17 en Plaza Congreso. Tener una instancia de debate, para fortalecer nuestro frente, definir su perfil y mejores candidaturas, así como evolucionar hacia un frente de lucha, de cara al país que se viene, marcado por el ajuste, avances antidemocráticos y represión. A la par de la rebeldía que va despertando en el pueblo trabajador, como muestran Salta y Jujuy con un extraordinario proceso de movilización.

Por esto insisto en convocar a Myriam Bregman y Del Caño a que vengan al Plenario y revean la autoproclamación de sus candidaturas con el PTS, lanzadas hace un año, que no fueron discutidas por el conjunto de la militancia del FIT Unidad. Porque sería un ejemplo enorme para cientos de miles de trabajadores, jóvenes, mujeres, para las organizaciones sociales y populares, poder mostrar que, ante a la rosca tradicional, la izquierda rompe el molde y se planta con un programa político de ruptura con lo establecido y con un método opuesto, democrático y de base, para resolver las diferencias y debates. Mi precandidatura a gobernador bonaerense está al servicio de eso y de insistir en este camino para fortalecer nuestro frente en la perspectiva electoral, y que pueda evolucionar a ser un polo de referencia para los trabajadores, sectores populares, piqueteros, estudiantes, activistas de las luchas de género y ambiental. Una fuerza política que vuelva protagonista a cada uno de sus integrantes para plantar bandera contra el más duro ajuste que querrán imponer las coaliciones patrocinadas por el FMI. Porque hay mil roscas y solo un Plenario para decidir todo.


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